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Psicoanálisis en México


Últimas actualizaciones: 26 de marzo de 2016
 
 
 
¿Dónde están? Nos faltan.
Where are they? We are missing them.
Wo sind sie? Sie fehlen uns.
Où sont-ils? Ils nous manquet.
 
 
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El desarrollo del psicoanálisis en México ha estado marcado, como en otros países, por una serie de dificultades; resistencias las llamaba Freud. Entre estas dificultades se encuentran las diferentes posiciones que se tienen respecto al psicoanálisis incluso entre analistas de una misma corriente, las francas divisiones que han ido hasta el punto de las rupturas y escisiones y por otro lado el avance del discurso cientificista y globalizador que deja cada vez menos lugar para el sujeto de la singularidad, del inconsciente, en la medida en que despliega un imaginario de lo que bien podríamos llamar del bien común, ese que ofrece colmar la falta con objetos pretendidamente totales y satisfactores, al punto de que hay quienes transforman hoy en día lo real de su cuerpo según las imágenes in-puestas por el Otro de los medios y la publicidad. No hay lugar para lo simbólico, éste se reduce al campo de la religión, donde cualquier significante en tanto simbólico, sigue girando en torno a lo imaginario, ya no se trata más de la regulación simbólica de lo imaginario, como lo planteaba Lacan en el estadio del espejo y su esquema óptico para hablar de la formación del yo, sino que ahora es lo imaginario lo que regula a lo simbólico, posición delirante, psicótica. ¿Nos asombra entonces el resurgimiento de los fanatismos cualquiera que sean sus caras, política, religiosa, deportiva, científica, etc.?
 
Lacan propuso un retorno a Freud porque se le leía interpretándolo, ¿pero ahora podríamos nosotros proponer un nuevo retorno a Freud?, no¸ porque eso implicaría que se lee a Freud y todo parece indicar que a quienes se lee es a los que escriben sobre lo que Freud dijo: resúmenes, compendios, conferencias, artículos y toda la gama de publicaciones que terminan por dar el mensaje de que Freud está superado y es caduco. Tendremos entonces que iniciar no con el retorno a Freud, sino por empezar a leerlo. Dicho sea de paso, con Lacan la cosa no es tan distina.
 
¿Qué sucede entonces con la práctica del psicoanálisis en un país hispanohablante? ¿se aplican los conceptos freudianos tomando en cuenta las diferencias fundamentales (a veces abismales) del alemán al español?, ¿hay una propuesta de los analistas desde su propio quehacer que no sea refritear a Freud o a Lacan, sino que sea el producto de la experiencia de lalengua y de lo inconsciente? ¿hay en verdad un movimiento psicoanalítico en México, dándole todo su peso a la palabra movimiento? ¿se ha producido realmente algo desde nuestra práctica en tanto hablamos y escuchamos en español?
 
Si avanzamos hacia el encuentro con la palabra ahí donde se produce y despliega sus efectos, que Freud mostró desde el inicio escuchándola con todas sus consecuencias; si avanzamos hacia las preguntas por la significación que ofrece el español, entonces podríamos eventualmente encontrarnos con Freud, encontrarnos con Lacan, encontrarnos con nuestra palabra.
 
 
 
  


 

 
 
 
 
 
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